Nuevo récord de tiempo sin escribir, todo lo que se conoce popularmente como Pascua, desde Santa Lucía hasta San Antón.

Una foto publicada por Inma Bermejo (@inmabermejosalar) el

He pasado las fiestas intentando compartir el máximo el tiempo con la gente. Esta semana además leí un artículo -bastante pesimista, hay que decirlo- que corrobora una sensación que llevaba notando un par de años, que puede quedarme menos tiempo del que creo para estar con quien me importa. Que es fácil dejarse llevar por la rutina, y dedicar el tiempo a cosas que parecen importantes o apetecibles en el presente pero, al final, no aportan nada.

Nochebuena la pasé con la familia, con casi toda. Estuvimos preparando la cena juntos, y recuperando la receta de croquetas de mi abuela. La pobre nos había pedido varias veces «hacerlas antes de que me muera», literalmente. Me parece casi despiadado ahora al pensar lo que hemos tardado en prepararlas con ella, pero no pasará tanto tiempo antes de que repitamos.

En Nochevieja la cena que ya es costumbre con los amigos. El año pasado no pude disfrutarla porque me puse enferma -no cené ese delicioso cabrito… menos mal que teníamos la comida de sobras-. Pero esta vez fue una noche memorable. Desde la cena hasta casi el amanecer, y con algún susto incluido.

Reyes, haciendo roscones. Esta vez mucho más divertido, con mis amigas Carmen e Inma, y porque hubo unas cuantas que se rajaron a última hora… Pasamos una tarde muy buena, pero la loca que hay en mi no podía conformarse con un roscón, y al día siguiente hice tres más. Y claro, acabé de roscones hasta… donde no se debe decir.

Dejé de lado el gimnasio un par de semanas por un dolor de hombro por una caída haciendo calistenia, pero ya he vuelto. En ese tiempo he intentado seguir siendo activa paseando, saliendo a hacer fotos, yendo al campo y viendo belenes.

🌸🐝

Una foto publicada por Inma Bermejo (@inmabermejosalar) el

Este invierno que parece primavera. El tiempo está loco y el cambio climático me da miedo de verdad… aunque dicen las noticias que ya viene el frío. Mira que yo soy del verano a muerte, pero es de las pocas ocasiones que recuerdo haber deseado que haga frío. Últimamente estoy más atenta a estas cosas porque ahora tenemos en casa una estación meteorológica Netatmo con sus accesorios, y es un poco adictivo ir viendo cambiar las condiciones cada día.

🐞😍 #A6000

Una foto publicada por Inma Bermejo (@inmabermejosalar) el

Leo «Designing News», mi autorregalo adelantado de cumpleaños, que me está resultando muy interesante, aunque se nota un poco en las referencias y ejemplos que ya tiene un par de años. Aun así, los análisis y casos de estudio son didácticos, y por ahora voy cogiendo ideas interesantes para el trabajo.

Este tiempo lo ha absorbido casi por completo la tarea que realizaba con mi compañera Esther, que acabamos de publicar, y es un reportaje extenso patrocinado por LG sobre la tecnología que hay detrás de la televisión, desde que se inventó hasta la actualidad: Inventando el OLED.

En este caso casi no he hecho nada de diseño, sobre todo me he ocupado de desarrollar en front-end lo que nuestra herramienta todavía no puede hacer sola -aunque muy pronto podrá!-. Ha sido una tarea muy estresante por el corto deadline, que no conseguimos alcanzar, por la falta de definición concreta de cómo apoyar el contenido (wireframes o esquemas), y porque hemos perdido parte del proceso que habíamos conseguido establecer en el anterior especial para Vodafone.

Tenemos que reflexionar sobre el proceso y el producto con nuestro equipo de ventas y nuestro nuevo director creativo Óscar, para poder llegar a algo más sostenible y apropiado según las necesidades de cada cliente.

Y por otro lado, empezamos rediseño de otra parte de nuestros sitios, tras las páginas de los artículos. En este proyecto trabajo con Javi y Óscar. Hemos empezado a organizar la estrategia, y a preparar la toma de requisitos. Esta misma semana ya tenemos varias entrevistas con usuarios, y enseguida también con stakeholders, pero para éstos primero tenemos un pequeño briefing que nos permitirá ser más eficaces cuando les tengamos disponibles.

Desde que he vuelto de las vacaciones mi organización personal va regular. No sé si mi propósito del minimalismo está ayudando. Intento aplicar más férreamente el «menos pero mejor», y gestionar el tiempo acorde a la planificación… pero cuando hay presión, vuelvo a las malas costumbres de saltarme la planificación e ir a lo urgente. Por ahora me ha pasado un par de veces, pero tengo que ser más disciplinada en eso.

Ahora que tenía tan bien dominado el correo electrónico, toca volver a adaptarse a otra herramienta: Slack. En Weblogs SL ya lo estábamos usando hace un año o así como un complemento donde compartir recursos y demás, pero ahora hemos dado un paso más y gestionamos prácticamente toda la comunicación ahí.

Para no volverme loca, he establecido horas concretas en las que leo Slack: cuando he terminado mi tarea principal del día, y justo antes de irme a comer. Si esa tarde trabajo, también al final de la tarde. Y la gestión, la estoy intentando hacer de forma similar al correo electrónico. Lo único que echo en falta es el mute, que no se puede hacer en los canales para un tema concreto. O abandonas o te llega todo.

Sirva este largo artículo como redención por este mes sin escribir. Y ahora, a estirar las piernas.