Vacaciones, caramelos, monas, procesiones… cómo no me va a gustar la Semana Santa. Y más este año que el tiempo ha dado tregua, y estamos disfrutando de unos días realmente estupendos.

He aprovechado los días en Murcia para asistir a dos procesiones, la del Viernes de Dolores y la de Miércoles Santo. Me quedé con ganas de ver también la del jueves por la noche, la del Silencio, pero ya tocaba ver las de Blanca. El año que viene, será otra cosa.

Algunos que me conocen se sorprenden de que me guste mucho ver las procesiones a pesar de mi agnosticismo, pero yo creo que mis creencias o no creencias no ponen ni quitan para apreciar la belleza de las imágenes y de algunos rituales, como puede ser una procesión del Silencio. También apenarme cuando veo el poco respeto que se tiene en general por la procesión.

En Murcia es costumbre dar caramelos, monas, dulces… al público. El problema viene cuando la gente despliega el afán -también típico de cabalgatas de Reyes, Bando de la Huerta y todo tipo de desfiles- y en lugar de respetar el paso, se meten en las filas, gritan, interrumpen la procesión pidiendo caramelos. Niños y padres, y lo que es peor, padres azuzando a sus niños. En ese sentido envidio un poco las procesiones más serias, y me pregunto si no será posible conseguir algo más solemne sin renunciar a esta tradición de las golosinas.

Domingo soleado #respect

Una foto publicada por Inma Bermejo (@inmabermejosalar) el

Así que, pasada la Semana Santa, nos quedan las Fiestas de Primavera en Murcia y Blanca, y tengo algunos días libres. En el trabajo, intenté aprovechar mucho los días antes de irme, entrando en modo pre-vacaciones total y consiguiendo bastante productividad.

Terminé el front-end del Módulo H y tuve reuniones tanto con Julio Alonso como con Roberto de nuestro departamento Editorial para validar la implementación.

Fueron bien en cuanto a lo que habíamos trabajado en los wireframes y el diseño visual también, y comentamos algunos ajustes sobre el contenido, que no habíamos trabajado en profundidad en la fase anterior, cosa que deberíamos haber hecho. Aun así, fueron cambios muy sencillos y que vimos muy claros, y ahora ya sólo me queda una nueva ronda de presentación. Después tendré que trabajar en la adaptación a tablet y móvil.

Esta semana he caído en la cuenta de que de verdad estoy trabajando mobile first. Y ahora veo claro que no es una técnica, sino una filosofía, es un estado mental. Por mi parte, ya no pienso en breakpoints, sino en puntos de expansión, es decir, no dónde el diseño se rompe, sino dónde cambia, crece y se adapta. La diferencia es sutil pero a la hora de plantearlo, me hace trabajar mejor.

Estuve poniéndome en marcha con git (con Github) para los proyectos del trabajo. Yo ya había trabajado antes con Bitbucket y SourceTree para otros proyectos, pero ahora tengo que cambiar a Github y adaptarme al flujo de trabajo compartido. Usamos Github flow un poco modificado (una rama por tarea) y me ha resultado bastante intuitivo, me gusta más que el que usaba de forma personal.

Aunque para el trabajo que yo hago no usamos esta herramienta, tengo que conocerla para echar una mano cuando haga falta en nuestros proyectos con clientes. Y quién sabe, quizá pronto podamos usarlo también para el CSS de producto, que ahora gestionamos con SVN.

Estuve un par de sesiones con mis compañeros Javi y Rafa haciendo unos ejemplos, y me sirvieron para recordar por qué uso Mac para trabajar.

Los programas y procesos pueden ser parecidos en Windows, pero siempre hay algún atasco, algún problema, algo que no encuentras a la primera, algo que no fluye y te hace tener que cambiar el chip de la tarea que estás haciendo para resolver ese atasco. Y luego tienes que volver al punto que estabas. Una interrupción, vamos.

No pasa siempre, pero mi sensación es que en Windows me pasa mucho más que en Mac, y aunque es algo subjetivo, a mi me ha hecho decantarme claramente, a pesar de gustarme mucho lo que está haciendo Microsoft últimamente.

Acabé la semana preparando la presentación para mostrar los avances en el módulo H, y de paso, mejoré un poco la estructura de la presentación que había estado usando, lamentablemente no por iniciativa mía, sino por petición del público de cosas que yo misma debería haber visto.

Ahora, un par de días más de trabajo, dos presentaciones y de nuevo unos días de fiesta, que queda lo mejor.