Lo está transformando.

Hace unos días me llegó por twitter un fantástico artículo, ¿Qué le está haciendo Internet a tu cerebro? de La Petite Claudine, donde comenta a Nicholas Carr, autor del libro The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains,y del artículo precursor: Is Google making us stupid? (aquí en castellano: ¿Está Google «estupidizándonos»?) muy recomendado.

En todos ellos se comenta, se especula sobre cómo nos están afectando los nuevos hábitos y patrones de comportamiento adquiridos por pasar mucho tiempo online.

¡Me he visto tan reflejada que hasta me ha dado miedo!

Nos cuesta concentrarnos, pasamos de una actividad a otra, de una página a otra, con una facilidad pasmosa, y por supuesto, entre una y otra no nos paramos a reflexionar sobre lo que acabamos de leer, solo engullimos.

Nos llega un mail y dejamos lo que estamos leyendo para atenderlo.

Nos asalta alguien por skype y dejamos el mail anterior a medias.

Nos llega un SMS y abandonamos la ventanita de skype.

Nos llaman al teléfono fijo y no respondemos al SMS.

Parece que nos importa más la novedad y la cantidad que la calidad. ¿Por qué? En La Petite Claudine comentan:

Cuando leemos en Red, explica Carr, nuestro cerebro está demasiado ocupado decidiendo si pincha o no en los enlaces, ignorando los anuncios y valorando el interés de los otros titulares para prestar atención a lo que lee, sin mencionar la interrupción constante de nuestros avisos de actualización (RSS, correo, SMS, etc). Al segundo párrafo nos impacientamos porque el navegador nos recompensa con deliciosas endorfinas cada vez que descubrimos algo nuevo, aunque sea irrelevante.

Mmmm… vale, y ¿por qué esto es importante? Nuestro cerebro se acostumbra a tener muchos estímulos, y perdemos la práctica (si es que alguna vez la tuvimos) en profundizar, analizar, reflexionar…que nos dan una menor recompensa a corto plazo.

¿Soy la misma persona que hacía comentarios de textos de Unamuno con éxito? Pues creo que no, y lo lamento.

Puedo haber ganado agilidad a la hora de buscar e identificar lo que me interesa, pero ¿cómo lo utilizo luego? ¿Para qué me sirve ser tan ágil en internet? Me puede servir para mucho, pero me quedo con esta cita del artículo de Carr:

Mientras con mayor rapidez naveguemos por la Red, mientras más enlaces podamos cliquear y más páginas veamos, más oportunidades ganan Google y otras empresas de recopilar información sobre nosotros y alimentarnos anuncios.

Es gracioso que precisamente en el artículo de Carr encontramos anuncios y sumarios que también nos distraen de su lectura. ¡Si es que ocurre hasta en las mejores casas!

Es algo que ahora puede que sólo nos afecte a los que usamos internet intensivamente, pero con el tiempo probablemente se extienda, ganaremos unas habilidades y perderemos otras.

Así que si te ves reflejado en alguna de estas situaciones: multitarea, pérdida de atención, pérdida de la capacidad de concentración, pasas horas saltando de enlace en enlace… estás avisado.

Yo por ahora voy a intentar ejercitar un poco lo que tengo oxidado.

Volver al hábito de leer cada noche, hace meses que un libro no me cautiva.

Escribir de nuevo, aunque sea offline, aunque me avergüence de lo que escribo.

Intentar concentrarme bien en lo que leo, también en internet. Print friendly me puede ayudar en esto.

Sobre todo, intentar tener una sola aplicación o ventana abierta a la vez!

Y lo digo yo que he llegado a tener 80 pestañas de Firefox abiertas… ya veremos cómo acabo.