Hoy he sufrido una pequeña decepción amistosa, quizá seguro exagero, pero la verdad es que me ha tocado y me lleva a reflexionar sobre lo desvirtuada que está la palabra amistad, que lo mismo se aplica cuando es correcta, como cuando simplemente se trata de colegueo o incluso conveniencia a veces.

Espero que se quede en uno de mis frecuentes muy frecuentes mosqueos y se me olvide pronto… o mejor perdonar y no olvidar.