Ahora mismo debería estar en mi graduación. Supongo que estarán todos mis amigos todo encorbatados, embutidos en trajes y chalecos, por si no hiciera calor. Con todas las miradas puestas en el pobre graduado por si cae la breva y tropieza, o lleva la bragueta bajada o cualquier otro percance que amenice el acto, aburrido por definición.

Pero… esta noche… la cena de graduación no hay quien se la pierda…