No quiero dejar sin comentar, aunque sea brevemente, la carrera de ayer, el Gran Premio de Formula 1 de San Marino, con el que desayuné.

No hubo sorpresas aunque fue una carrera bastante completa, entretenida, sobre todo para los seguidores de Fernando Alonso, ya que fue el protagonista de lo más movidito. Saliendo sexto, un encontronazo con David Coulthard en la salida, que le costó parte del morro al de McLaren, le relegó a la novena posición, de la que saldría poco a poco y sobre todo gracias a la estrategia de su equipo, que le favoreció notablemente, todo hay que decirlo, en la última entrada a boxes. Una parada de solo 6.0 segundos que le permitió adelantar de un golpe al Ferrari de Barrichello y a su compañero de equipo. Después un encontronazo con Ralph Schumacher, que pudo ser motivo de investigación pero ha quedado en nada, y llega hasta la cuarta posición, pegándose a Montoya en las últimas vueltas, pero sin resultados.

Jenson Button sólo pudo aprovechar su pole hasta la primera entrada a boxes, Schumacher ya no soltó la primera posición, así que de nuevo ganan los de rojo. Este año parece que el liderazgo de Ferrari es más aplastante que nunca, sobre todo con McLaren a lo suyo, este no será el año de Kimi Raikkonnen, que, por otra parte, consiguió acabar el octavo tras salir de la última línea.

Una nota: homenaje a Ayrton Senna en Jordan, que estamparon su cara en los bólidos amarillos, y, como siempre, un pequeño “Senna” en el morro de los Williams. Este año por suerte no ha habido que lamentar otra desgracia.

Y el mundial no se mueve. Parece que, aparte del omnipresente Kaiser, este será el año de Button, Alonso y su otro rival directo, Webber, tendrán que ponerse las pilas si quieren conseguir algo. Raikkonen… bueno, éste es harina de otro costal. Ver al subcampeón del mundo no terminar más que una carrera es bastante triste. Suerte “Iceman”.