Mañana, o si no, pasado, nacerá mi primer sobrino, que además es el primer bebé en mi familia. Expectación por las nubes.

📐

Una publicación compartida de Inma Bermejo (@inmabermejosalar) el

Otra cosa que ha avanzado mucho es la construcción de mi nueva casa, y la de mi hermana. A principios de año me proponía llegar al final sin perder la cabeza y sin matar a nadie. Por ahora no he asesinado aún, pero el proceso me revela que mi querencia al control y al perfeccionismo no es muy sana. He tomado varios disgustos grandes, y aunque llevaba varias semanas tomándomelo todo mejor, hoy justamente he tenido otro bastante intenso. La típica cuestión de que cuesta igual hacer las cosas bien que mal, se hacen mal, y no se puede modificar.

Un perfeccionista no está contento casi nunca, y se dice que disfruta menos de lo conseguido pensando en lo que pudo haber sido. No me parece una actitud muy provechosa en la vida, pero actualmente soy así. Quizá es algo que se puede entrenar para poder aplicarlo bajo demanda, en lugar de por defecto. Hay que pensarlo y buscar el equilibrio.

Aprovecho para recomendar un libro, «Deep work». Estoy en proceso para recuperar mi atención, y mi tiempo, y da unas pautas sencillas que me están dando buen resultado.

👋