¿Me meto o no?

He tardado más que otras veces en invocarlo… Quien me conoce sabe que adoro el verano, que puedo idolatrarlo como a como un joven dios que me trae la felicidad porque sí, y a cambio sólo tengo que dejar que me acaricie durante la siesta.

Pero es que esta vez me he portado mal. He sido infiel. Y no le dejo llegar. Porque esta vez la primavera ha tomado la revacha, me ha traído mucho más que ningún verano… y ahora ha terminado. No me preocupa, no es como cuando llega el invierno.